sábado, 31 de marzo de 2012

Tarta corazón con flores para Nerea

Ha sido el cumpleaños de mi sobrina Nerea y hace tiempo que me había dicho que quería que le hiciese una tarta, por supuesto de chocolate, solo come tarta de chocolate y quería el bizcocho de chocolate de Morgana, relleno de trufa y decorado con fondant. Le di mil vueltas a la decoración en mi cabeza, no sabía exactamente que temática iba a seguir, a ella le gustan mucho los perros y se me ocurrió hacerle un perro en 3D pero luego me dió cosilla pensar en la hora de cortarlo, así que descarté la idea.

A ella le gusta mucho el rosa pero tampoco me apetecía repetir la tarta barbie, así que se me ocurrió hacerle un corazón rosa pero lleno de hojitas verdes para darle un poco de colorido y ponerle muchas flores y un perrito modelado encima junto a las flores, como yo tengo un westy, pues pensé en hacer así el perro, igual que mi Xana.




Ingredientes:

Bizcocho

- 250 gr. de mantequilla
- 250 gr. de harina con levadura Bizcochona o similar
- 250 gr. de azúcar
- 250 gr. de chocolate de postre
- 5 huevos
- 1 cdta. vainilla líquida

Trufa

- 500 ml. de nata para montar
- 250 gr. de chocolate postre

Decoración

- 1 kg. de fondant
- colorantes alimentarios
- perlitas comestibles


Preparación:

Para saber cómo hacer el bizcocho pincha aquí. Como siempre, dejamos enfriar el bizcocho en una rejilla y luego, lo que siempre digo, metemos un cartoncito debajo para facilitarnos el mover la tarta de una superficie a otra, en este caso recorté el centro de un plato de cartón, con eso ya es suficiente.


Recorté la tarta por el centro, como era alta, podría haberle hecho dos cortes, pero no tenía mucho tiempo así que hice solamente uno. Como no tengo instrumentos especiales para hacerlo, lo que hago es con medir donde está el centro, marco con un cuchillito y luego con el cuchillo grande de sierra voy cortando, sin atravesar la tarta de un lado a otro, introducimos el cuchillo como en la foto y vamos girando el bizcocho, así controlamos mejor el corte.



Para preparar la trufa, ponemos la nata en un cazo, cuando comience a hervir la separamos del fuego y añadimos el chocolate troceado y batimos hasta que quede bien integrado. Lo dejamos enfriar y lo metemos unas horas en la nevera para luego poder montarlo bien con las varillas.




Fuí remojando un poco el bizcocho con almíbar de agua, azúcar moreno y vainilla, todo frío y lo rellené con la trufa.


Cubrí todo bien con la trufa y lo metí en la nevera, que con el calor de la cocina se estaba ablandando demasiado.



Y ahora a decorar con fondant. Teñí con tinte en gel el fondant de diferentes rosas, de verde y el rojo era un trocito ya teñido que me había sobrado de la tarta Angry Birds.



El perro lo modelé también con fondant, quería ir a comprar pasta de modelar y probar pero no tuve tiempo de hacerlo, así que todo lo hice con fondant.



Las hojas las fui recortando con una plantilla que me hice con un cartoncito y después de estirar el fondant verde con el rodillo, ponía encima la plantilla y con un cuchillito lo iba recortando.



Las rosas, otro día haré un paso a paso, es muy fácil pero entretenido, por suerte me ayudó mi sobrina Yaiza a hacerlas porque me hubiese llevado muchas horas.


domingo, 25 de marzo de 2012

Pastel tres leches

Hace tiempo descubrí esta receta, es una tarta muy conocida en la América latina, no me atrevo a concretar más porque por un sitio he leído que de Méjico, por otro que de Venezuela, de Colombia, así que como no lo sé, lo dejaré en que es latinoamericano y así no enfado a nadie.



Es un bizcocho esponjoso bien mojadito en una mezcla de tres tipos de lácteos (de ahí su nombre) y lo más habitual que he visto es cubrirlo con nata o con merengue, así que ahí que cada uno adapte la receta a su gusto.

En esta ocasión quiero dedicar esta receta con todo mi cariño a mis amigos mexicanos: Iliana y su familia y también a Gema, me encanta el enriquecimiento que produce este intercambio cultural.

Después de ver muchas recetas, me quedo con la de Morgana, que ya la he hecho más veces y me gusta mucho.

Ingredientes:

Bizcocho

- 150 gr. de harina con levadura (tipo Bizcochona)
- 1/4 cucharadita de sal
- 5 huevos
- 200 gr. de azúcar
- 1 cucharadita de vainilla líquida
- 65 ml. de leche

Baño de leches

- 200 ml. de nata para montar
- 300 ml. de leche condensada
- 400 ml. de leche evaporada

Cobertura

- 500 ml. de nata para montar
- 40 gr. de azúcar

Preparación

Empezamos por el bizcocho, puedes hacer esta bizcocho o cualquier otro de tipo esponjoso, incluso comprar un preparado para hacer bizcocho, eso al gusto de cada uno.

En este caso, como siempre precalentamos el horno a 180º y ponemos una capa de mantequilla y harina en el molde que vayamos a usar.

Separamos las yemas de las claras y por un lado batimos bien las yemas con 150 gr. de azúcar hasta que blanqueen y estén espumosas, añadimos la leche y la vainilla y mezclamos todo bien.

En un bol grande preparamos la harina y la sal ya tamizada y ahí añadimos la mezcla antes preparada de las yemas y mezclamos todo bien.


En otro sitio nos ponemos a montar las claras a punto de nieve, cuando estemos a mitad del proceso, añadimos los 50 gr. de azúcar y seguimos batiendo bien.


Añadimos esas claras a la mezcla anterior de la harina y las yemas y lo mezclamos todo una espátula, con movimientos envolventes para no bajar la claras y que quede esponjoso.



Lo ponemos en el molde y al horno unos 35 minutos a 180º, cuando el palillo salga limpio es que el bizcocho está listo. Se hincha mucho en el horno pero luego baja, así que nadie se asuste que no se desborda.



Lo dejamos templar un poco en su molde y luego lo desmoldamos sobre una rejilla ¡cuidado que es muy frágil!. Yo utilizo el mismo molde para la presentación, lo lavo bien y vuelvo a poner ahí el bizcocho pero al revés, para que la parte más planita (el culete) quede para arriba, eso hay que hacerlo siempre con la mayoría de las tartas.



Con un palo de brocheta o lo que mejor te venga, vamos pinchándolo bien para que absorba bien la mezcla de leches que le vamos a añadir.

En un recipiente mezclamos la nata, la leche condensada y la leche evaporada y lo vamos echando por encima del bizcocho, va a parecer que se desborda, pero vamos poco a poco para darle tiempo a ir absorbiendo el líquido, hay que insistir bien por las orillas que son más secas.



Lo dejamos reposar un rato para que absorba bien todo, es increíble como va "bebiendo" el bizcocho.


Ahora vamos a decorarlo un poco, si te gusta más el merengue pues con eso, o con chocolate, o con dulce de leche o lo que te guste, en mi caso monté nata. Batí bien con las varillas eléctricas la nata bien fría para que monte mejor y le añadí el azúcar, lo puse en una manga y se lo puse por encima, ya depende de las ganas y el tiempo que tengas para dejar volar la creatividad, en mi caso tenía prisa y estaba cansada así que no me esforcé mucho.






Normalmente le añado almendras picadas o fileteadas por encima pero justamente hoy no tenía, así que así tal cual se quedó.



Es empalagosilla por lo que cunde bastante, pero así los niños toman leche aunque sea muy azucarada, algo es algo. A mi me gusta mucho porque me gustan los bizcochos jugositos y cuando hace calor es un postre ideal bien fresquito.



lunes, 19 de marzo de 2012

Tarta Guinness

Y volvemos a cocinar con una Guinness, en esta ocasión en una tarta para el día del padre, me pareció una tarta muy "masculina" y me encajaba genial para esta celebración, además es fácil y rápida de hacer, no hay que estar molestándose con la decoración y queda muy vistosa así ella solita, sin adornos, tan sencilla como simular una Guinness con su espumita por encima, así que me pareció la receta perfecta para celebrar el día del padre.




Por cierto, feliz día del padre a todos los papás.

Ingredientes:

Bizcocho

- 250 ml. cerveza Guinness
- 250 gr. de mantequilla
- 75 gr. de cacao en polvo (Valor o similar)
- 400 gr. de azúcar
- 140 gr. de nata para montar
- 2 huevos
- 1 cucharadita de vainilla líquida
- 250 gr. de harina
- 2,5 cucharaditas de bicarbonato

Frosting

- 150 gr. de queso Philadelphia (o similar)
- 75 gr. de azúcar glass
- 200 ml. de nata para montar


Preparación:

Ponemos el horno a precalentar a 180º y encamisamos (mantequilla y harina) un molde redondo para tenerlo todo preparado antes de empezar.

En un recipiente calentamos la mantequilla troceada en la cerveza negra hasta que se derrita, no hay que dejarlo hervir, simplemente calentarlo para deshacer la mantequilla.



En un bol mezclamos los ingredientes secos, el cacao, el azúcar, la harina y el bicarbonato.



En otro bol mezclamos la nata, los huevos y la vainilla, batimos bien y seguidamente añadimos la mezcla de cerveza con mantequilla, ya templada, una vez que esté todo integrado vamos añadiendo la mezcla de ingredientes secos que teníamos ya preparado, los añadimos tamizándolos y batiéndolo todo muy bien para que no se hagan grumos, yo utilizo las varillas eléctricas y es muy sencillo, apenas se tarda nada.  Queda bastante líquido, pero luego cuaja todo muy bien en el horno.



Se pone todo en el molde y lo metemos al horno sobre unos 50 minutos a 180º, o hasta que pinchando con un palito salga limpio.


Lo dejamos enfriar en el propio molde y desmoldamos estando ya frío.

Yo lo he preparado la noche anterior, así el día del padre solamente tenía que preparar el frosting y ponerlo por encima.

Para el frosting mezclamos bien el queso con el azúcar y por otro lado montamos la nata, una vez montada la añadimos al queso con movimientos envolventes hasta que esté bien mezclado y cubrimos con ella el bizcocho.  Es importante que el bizcocho esté totalmente frío antes de cubrirlo para que no se derrita el frosting.



El sabor es a chocolate, no sabe a cerveza así que, que nadie se asuste, pero tiene un saborcillo un tanto peculiar. El frosting es genial, me guardo la receta para cupcakes que lleven frosting de queso, por ejemplo los red velvet, que los que hice con queso y azúcar glass me parecieron muy empalagosos, con esta receta el equilibrio es genial, incluso para la carrot cake, la nata mejora mucho la textura y suaviza el sabor, así que creo que he encontrado el frosting de queso que buscaba.



sábado, 17 de marzo de 2012

Pan de Guinness y avena

¡Feliz San Patricio!

Me encanta Irlanda, es un sitio muy especial para mi, he vivido momentos muy importantes allí y me caen genial los irlandeses, tengo debilidad por Irlanda y Escocia, no lo voy a negar. Hoy día de San Patricio había que hacer algo irlandés y hace poco descubrí una receta de un pan hecho con cerveza negra y avena que me resultó muy tentador, así que con la disculpa del Santo Patrón de la Isla Esmeralda, aquí os pongo la receta.



Ingredientes:

- 100 gr. de avena
- 330 ml. de Guinness (u otra cerveza negra)
- 50 gr. de mantequilla
- 40 gr. de miel
- 500 gr. de harina (preferentemente harina de fuerza)
- 10 gr. de levadura de panadero fresca o 3,3 gr. de la seca de panadero
- 10 gr. de sal

Preparación:

Ponemos la avena sobre sobre papel de hornear en la bandeja del horno y lo metemos a tostar, yo lo puse a 250º durante unos 10 minutos, depende del horno así que ¡cuidado no se te queme!.



En un cazo ponemos a calentar la cerveza, la mantequilla y la miel hasta que se deshaga todo bien, sin que llegue a hervir y añadimos la avena previamente tostada.


Lo dejamos reposar para que vaya espesando solo, es increíble como en unos minutos ha absorbido todo el líquido. Lo dejamos templar.



En un bol ponemos la harina, la sal y la levadura desmenuzada, añadimos la mezcla anterior y mezclamos bien, si se te queda demasiado seco le puedes añadir un poco de agua, a mi me pasó y con 50 ml. de agua ya se quedó perfecta. Lo mezclamos bien y lo volcamos sobre el lugar en el que vayamos a amasar, ya con harina o engrasado para que no se nos pegue la masa.



Puedes hacerlo en el utensilio que tengas para amasar, yo tengo una panificadora pero me encanta amasar a mano y a no ser que tenga prisa o muchas cosas que hacer a la vez, prefiero hacerlo así.




Cuando la masa tenga un aspecto más liso y suave lo ponemos a levar, lo ponemos en un bol y lo tapamos con un paño, hay muchas maneras de saber cuando estará, de forma orientativa la receta dice que el primer levado es de una hora y media aproximadamente o también como yo he hecho en este caso, he seguido la costumbre de mi abuela, de marcar una cruz en el centro con el borde de la mano y cuando la cruz suba es que ya está, supongo que tendrá su historia, seguramente así bendicieran también la masa, no lo sé.





Transcurrido ese tiempo se saca y se le saca el aire presionándola un poco, se le da forma y se deja levar unos cuarenta y cinco minutos más.




Se pone en la bandeja del horno sobre papel de hornear o harina y se greña (se le hace el corte), lo metemos al horno previamente caliente a 250º, es importante que durante los primeros diez minutos haya un poco de vapor en el horno, se puede pulverizar con agua el horno cada cinco minutos o meter un recipiente pequeñito con agua en la parte baja del horno que es lo que yo hago. Pasados esos diez minutos sacamos el cacharrito de agua y bajamos la temperatura a unos 200º, así lo dejamos unos 40 minutos más, depende del tamaño del pan, cuando suene a hueco es que está hecho, y si ves que se está tostando demasiado por fuera cúbrelo con papel de aluminio para que no se queme pero que se siga cociendo.





No he podido hacer una foto del pan entero porque si me descuido me quedo sin nada de pan para fotografiar, así que eso quiere decir que estaba rico.




¡Cómo me gustaría estar ahora mismo tomando una Smithwick's en Temple Bar!. Seguiré soñando, mientras tanto me tomaré una  Murphy's en Madrid, Sláinte!

Happy St Patrick's day!