domingo, 27 de abril de 2014

Pollo a la carbonara

Hace ya mucho tiempo que una amiga me dio esta receta (gracias Noe).  Desde que la probamos a mi marido le encantó y desde entonces la he hecho en varias ocasiones, sé que siempre se va a alegrar cuando lo vea.



Quería registrar aquí la receta para que no se pierda, ahora hacía bastante tiempo que no la hacía y me costó encontrarla, espero que además de venirme bien a mi el dejarla aquí reflejada, también os venga bien a los demás.

Ingredientes:

- pechugas de pollo
- 1 cebolla
- 250 gr. de bacon en tiras
- 200 ml. de nata
- queso rallado para gratinar
- sal y pimienta
- un chorrito de aceite
- una cucharada de mantequilla


Preparación:

Primero vamos a rehogar la cebolla que previamente hemos cortado en trozos pequeños.  Ponemos a calentar una sartén una cucharada de mantequilla y añadimos la cebolla y el bacon troceado.


En otra sartén añadimos otro chorrito de aceite y rehogamos el pollo cortado en tiras o trocitos hasta que esté dorado. Lo pasamos después a una fuente para el horno.



Posteriormente, en la sartén de la cebollay el bacon añadimos la nata;  la dejamos un poquito más para que se espese un poco, tampoco demasiado, y salpimentamos.




En la fuente para horno, donde tenemos el pollo previamente frito, lo cubrimos con la mezcla que hemos cocinado con la nata.  Lo espolvoreamos con el queso rallado y lo metemos a gratinar en el horno.






¡Listo!



jueves, 17 de abril de 2014

Muffin salado de bacon y huevo

Hay recetas que uno tiene pendiente desde hace un montón de tiempo y cada vez que me acuerdo, no es el momento y cada vez que es el momento, no me acuerdo.  Por el cumpleaños de mi sobrina, como íbamos a celebrar una merienda, decidí hacer estos muffins y probarlos de una vez por todas, además así habría degustación familiar.





A mi me han gustado mucho, seguro que repito más veces, ya no se me olvidará después de haberlos probados, lo ideal es comerlos templados al igual que lo ideal es tomarlos en el desayuno.  No me los he inventado yo, es una receta de muffin para los desayunos británicos, lleva bacon y huevo ¿qué más se puede pedir?.

Ingredientes: (me han salido 7 unidades en flaneras individuales)

- 1/2 cebolla
- 200 gr. de bacon
- 220 gr. de harina
- 1 pellizco de sal
- 1 sobre de levadura Royal
- 1 cda. de azúcar
- 50 gr. de queso rallado
- 250 ml. de leche
- 75 gr. de mantequilla
- 1 huevo de gallina
- 7 huevos de codorniz (depende de las unidades que te salgan dependiendo del tamaño del que los hagas)
- mantequilla para engrasar los moldes
- 1 chorro de aceite.

Preparación:

Primero cortamos muy menuda la cebolla y el bacon.  En una sartén con un chorrito de aceite lo ponemos a sofreir hasta que la cebolla esté bien hecha.  Lo reservamos.



Primero unimos los ingredientes secos y los tamizamos juntos, esto sería la harina, la sal, la levadura y el azúcar.

Añadimos el queso rallado y también el bacon con cebolla que habíamos preparado previamente.



Mezclamos todo bien y reservamos.



En otro recipiente mezclamos el huevo batido con la leche y la mantequilla derretida.



Añadimos esa mezcla a la reservada anteriormente.




Lo removemos bien pero sin necesidad de batirlo.


Engrasamos los moldes que vayamos a utilizar con mantequilla, en mi caso he utilizado moldes de flan, las típicas flaneras que es lo que tenía a mano.



Añadimos una cucharada generosa de la masa a cada flanera y con una cucharilla nos ayudamos para hacerle un hueco y subir por las pareces de los recipientes la masa.


Añadimos un huevo de codorniz a cada uno, yo previamente los voy abriendo y poniendo en un vasito.




Ahora añadimos otra cucharada grande por encima y lo alisamos con la cucharilla.  Tiene que quedar cubierta la yema, la clara se esparcerá un poco pero no pasa nada.


Lo ponemos a 180º durante 25 minutos o hasta que los veas doraditos.



Están riquísimos, son muy esponjosos y tienen un sabor muy especial, ya solo el olor en el horno prometía.

Solamente quise abrir uno para la foto y nos pilló el huevo ladeado, el resto eran para llevar así que no podía estar abriéndolos. La casualidad quiso que el resto saliesen todos con la yemita bien centrada.



Hay que comerlos calentitos, puedes hacerlos con antelación y luego meterlos en el microondas a calentar un poquito, yo los pongo 30 segundos.



viernes, 11 de abril de 2014

Pastel de carne y pastel de puré de patata con queso

Seguro que a más de uno se le ha venido a la cabeza la imagen del típico pastel de carne con verduras y cubierto de puré de patata tan británico, pues no, no os voy a mostrar ese pastel, lo siento.  Me resulta muy apetecible pero mis hijos no quieren probarlo.

Lo que os voy a mostrar es un par de pasteles muy socorridos, fáciles y rápidos de hacer (luego será el horno quien trabaje, no nosotros).  Son un par de recetas que vienen en el libro de "la cocinera", que es una máquina para cocinar que ya no utilizo porque está muy vieja pero tiene recetas muy interesantes.



Sigo haciendo estos dos pasteles, creo que se complementan perfectamente y además los meto a la vez en el horno.

Siento tener unas fotos tan sosas sin ninguna decoración, tenía que haberme esmerado más, lo sé, pero es que era muy tarde y estaban todos famélicos esperándome en la mesa, así que fotos rápidas y a comer.


Ingredientes:

Pastel de carne

- 750 gr. de carne picada (ternera o mezcla con cerdo, lo que prefieras)
- 4 huevos
- 50 ml. coñac
- 5 rebanadas de pan de molde sin corteza
- 2 ajos
- perejil
- un sobre de crema de champiñones
- mantequilla y pan rallado para preparar el molde


Pastel de puré de patata

- 3 huevos
- 200 ml. de nata para cocinar
- 50 ml. de leche
- 400 ml. de agua
- 10 gr. de mantequilla
- 1 cta. de sal
- pimienta blanca
- 1 sobre (115 gr.) de puré de patata
- 100 gr. de queso rallado
- mantequilla y pan rallado para preparar el molde

Preparación:

Pastel de carne

Batimos los huevos con el coñac y añadimos las rebanadas de pan.  Al remojarlas en el huevo se ablandarán y podremos deshacerlas bien con las varillas o un tenedor.

Una vez bien batidas, añadimos los dos ajos muy picados o como en mi caso con el tritura-ajos, también un poco de perejil picado, a tu gusto.

Añadimos el sobre de crema de champiñones y removemos bien.


Una vez que tenemos esa amalgama preparada ya solo solo nos queda añadir la carne picada, mezclamos todo bien.


Preparamos un molde untándolo con mantequilla y luego poniendo pan rallado.


Los extendemos bien en el molde con la ayuda de una cuchara.


Y al horno, 180º durante 45 minutos, pero...¡espera!, aprovecha y mete el de patata y queso a la vez, así hornearás los dos juntos, necesitan la misma temperatura y el mismo tiempo.

Pastel de patata y queso

Vamos a empezar mezclando todos los ingredientes líquidos.  Primero batimos los huevos y añadimos la nata, la leche y el agua.  Le añadimos también la mantequilla y salpimentamos.


Estando ya todo bien mezclado, podemos pasar a añadir el sobre de puré de patata y remover.



Ahora es el momento de añadir el queso rallado, mezclamos bien.


Al igual que con el pastel de carne, preparamos un molde untándolo con mantequilla y luego espolvoreándolo con pan rallado.


Ponemos la anterior mezcla en el molde y lo golpeamos suavemente contra la encimera para que se iguale la superficie.


¡Al horno junto con el pastel de carne!  Te recuerdo 180º durante 45 minutos.


Dejamos reposar por lo menos 5 minutos y desmoldamos en una bandeja.



Ya podemos cortar las rodajas.




Ahora dejad salir vuestra parte creativa, ¿colocarlo en capas?, ¿junto o separado?...




 Espero que lo disfrutéis.



martes, 1 de abril de 2014

Petisús

Hay muchos diferentes nombres para referirse a estas delicias, eclair, palo, relámpago, etc., durante toda mi infancia los he llamado petisús y creo que en gran parte de España también, (sé que en otras no), por lo que no voy a ponerle ningún otro nombre más a la moda ni más fino, para mí son los petisús de toda la vida.





Estos dulces, al igual que los cubiletes, han sido mis pasteles favoritos durante mi infancia y por lo tanto los he comido en incontables ocasiones, tengo, además, un tipo de preferencias especiales, no me gusta cualquiera y no soporto ninguno de ellos de mala calidad.

He probado varias recetas hasta que he dado con el ideal para mi gusto, tanto de la masa choux, como de la cobertura, porque no es chocolate con mantequilla ni ganache ni nada por el estilo, los que comía en mi infancia, era una especie de glaseado de chocolate y por fin he dado con uno que me convence. Creo que cubrirlos con un chocolate negro anula el sabor del resto de los componente, con esta cobertura no pasa eso.

Es un poco pesado de hacer porque lleva varios pasos pero merece la pena.  La pasta choux y la crema pastelera son recetas que había cogido hace tiempo del blog de webosfritos, tiene recetas buenísimas por si os apetece ir a echar un ojo.

Ingredientes:

Crema pastelera

400 gr de leche
3 yemas de huevo
75 gr de azúcar
30 gr de Maizena
Un trozo de corteza de limón (sólo lo amarillo)
½ cucharadita de esencia de vainilla

Pasta choux

130 ml de agua
120 gr de leche
100 gr de mantequilla
1 pellizco de sal
5 g de azúcar
160 gr de harina de repostería
4 huevos medianos

Cobertura de chocolate

15 gr. Cacao en polvo valor
60 gr. Mantequilla
30 ml. Leche
225 gr. Azúcar glas
½ cta. Vainilla

He utilizado tres mangas pasteleras desechables y tres boquillas diferentes, una larga de rellenar (es opcional), otra grande y rizada para hacer los bastones, pero si no tienes puedes hacerlo dejando una apertura grande en la manga o bolsa de plástico que utilices, y he utilizado una tercera boquilla plana para la cobertura.


Elaboración:


Crema pastelera


Lo primero que tenemos que hacer es la crema pastelera para que podamos dejarla enfriar.  Incluso puedes hacerla con antelación.

Podéis ver el paso a paso en este enlace a la receta de la crema pastelera, en este caso he utilizado la "crema pastelera II".




Pasta choux

Como siempre, lo primero es poner el horno a precalentar, en este caso a 180º.

Tamizamos la harina y la reservamos, luego la tendremos que añadir toda de una vez, así que ya la dejamos preparada para cuando llegue el momento.



Ponemos a calentar la leche, el agua, la mantequilla, la sal y el azúcar y vamos removiendo con las varillas hasta que esté todo perfectamente integrado.



Cuando hierva, lo retiramos del fuego y añadimos la harina, toda junta, de una sola vez y removemos bien; lo ponemos de nuevo al fuego.  En este punto tengo que cambiar de las varillas a la cuchara de madera que me resulta más cómoda.  Aquí hay que hacer un poco de esfuerzo con el brazo, pero no demasiado.  Hay que dejarlo solo un poco para que se integre todo bien y a la vez se cueza un poco la harina mientras vamos removiendo sin parar.



Volvemos a apartarlo del fuego y ahora vamos a añadir los huevos.  Tiene que ser de uno en uno y hasta que no esté bien integrado uno, no podremos añadir el siguiente.  Ahora de vamos a dar más trabajo a nuestro brazo.




Ya podemos poner la masa creada dentro de una manga con una boquilla grande, puedes ponerla rizada o lisa, a mi me gusta más con la rizada.



El la bandeja del horno ponemos papel vegetal y vamos creando los palos.  A mi me salieron 17 con esta cantidad, de tamaño mediano.



Lo metemos unos 30 minutos al horno que estará previamente ya caliente a 180º.  Cuando estén los sacamos a una rejilla a enfriar.  Como están huecos enfrían enseguida.





Cobertura (hazlo lo último, incluso después de rellenarlos)

Conviene hacerlo al final, yo incluso lo hago después de rellenarlos para que no se me vaya secando y cristalizando antes de usarla.
Primero calentamos en un cazo el cacao con la mantequilla y la leche; mezclamos todo bien.


Retiramos del fuego y batiendo bien añadimos la esencia de vainilla y el azúcar glas.




Ya solo queda pasarla a una manga con una boquilla plana.



Montaje

Una vez que esté tanto la crema como los bastones fríos, podemos pasar a rellenarlos.  Puedes abrirlos con un cuchillo a la mitad y rellenarlos con la crema o puedes rellenarlos desde un orificio en un extremo, como prefieras.  En mi caso, como tengo una boquilla larga para rellenar, he elegido la opción de rellenarlos por un orificio, en este caso por dos, le hago uno a cada extremo para asegurarme de que quede bien relleno.



Ahora ya, con la cobertura en otra manga con una boquilla plana, la mía era pequeña pero era la única plana que tenía, vamos repartiendo la cobertura sobre los bastones ya rellenos.



Guárdalos siempre en la nevera para que no se estropee la crema pastelera y a disfrutar.  ¡Me encantan!